Cuando pensamos en la salud de nuestros perros y gatos, muchas veces damos por hecho que están bien simplemente porque los vemos jugar o comer con normalidad. Sin embargo, los parásitos pueden estar haciendo de las suyas por dentro (¡y por fuera!) sin que lo notemos a simple vista.
Tanto los parásitos internos como los externos pueden afectar seriamente la salud de tu mascota, y lo más preocupante es que algunos también representan un riesgo para ti y tu familia. Por eso, hoy en Maskottchen te contamos cinco señales claras de que tu peludo necesita desparasitación urgente.
Cambios en el apetito o en el peso corporal.
¿Tu mascota come como si no hubiera un mañana y aún así pierde peso? ¿O de repente ha perdido el apetito sin explicación?
Esto podría deberse a gusanos intestinales que están robando los nutrientes directamente del cuerpo de tu peludo. En casos extremos, también puede haber desnutrición, letargo o un pelaje opaco.
👉 Ojo: Muchos dueños asumen que es “algo pasajero”, pero si los síntomas persisten por más de unos días, es momento de actuar.


Diarrea, vómito o presencia de lombrices en las heces.
Este es uno de los signos más evidentes de infestación interna. Algunos tipos de parásitos, como los áscaris o las tenias, pueden incluso verse en las heces (pequeños “arrozitos” blancos) o alrededor del ano.
La diarrea persistente o con sangre también es una señal de alerta que no debe ignorarse.
🔬 Dato curioso: En cachorros o gatitos, una infección parasitaria puede llegar a ser letal si no se trata a tiempo.
Picazón, rascado constante o pérdida de pelo.
Los parásitos externos como pulgas, garrapatas o ácaros pueden provocar picazón intensa, enrojecimiento de la piel, caída del pelo en zonas específicas y hasta heridas por rascado excesivo.
Si tu mascota se rasca más de lo normal, sacude la cabeza con frecuencia o arrastra el trasero por el piso, puede estar tratando de decirte algo sin palabras.
👀 Importante: Algunas infestaciones no se ven fácilmente a simple vista, pero un veterinario puede detectarlas en una revisión rápida.

Barriga hinchada (especialmente en cachorros).
Un abdomen anormalmente inflado o redondeado puede ser un signo clásico de infestación por lombrices.
Esto se da mucho en cachorros, ya que pueden infectarse desde la gestación o lactancia, si la madre está parasitada.
🎯 Aunque parezca tierno verlos “panzoncitos”, en realidad podría ser una señal de alarma.


Letargo, debilidad o comportamiento inusual.
Si tu mascota duerme más de lo normal, está desanimada, no quiere jugar o presenta debilidad muscular, podría ser una señal de anemia provocada por parásitos que se alimentan de su sangre o nutrientes esenciales.
En algunos casos, los parásitos también afectan el sistema nervioso o el equilibrio intestinal, provocando comportamientos extraños como irritabilidad o depresión.
¿Por qué es tan importante desparasitar?
¿Cada cuánto debo desparasitar a mi mascota?
Tu veterinario de confianza sabrá recomendarte el producto adecuado y el esquema ideal para cada caso.
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